GUERRAS ROMANO-SASÁDINAS
Los conflictos se iniciaron en el siglo III, con la fundación del Imperio sasánida, y concluyeron con la victoriosa campaña del emperador Heraclio, en 628-630. Las operaciones militares fueron especialmente intensas en tiempos de Sapor I (240/242–272), Sapor II (309–379), Cosroes I (531–579) y Cosroes II(590–628). Las agresiones provinieron tanto del lado romano como del persa. Después de la última y mayor de las guerras entre Roma y Persia (603–628), ambas potencias, agotadas, fueron víctimas de la expansión del islam, que destruyó por completo al Imperio sasánida y se apoderó de las provincias orientales del Imperio romano. Este acontecimiento marca el final definitivo de la Edad Antigua.