domingo, 17 de junio de 2012

Alejandro Magno

 


(Pella, Macedonia, 356 - Babilonia, 323 a. C.)
Sucedió muy joven a su padre, Filipo II, asesinado en el 336 a. C. Éste le había preparado para reinar, proporcionándole una experiencia militar y encomendando a Aristóteles su formación intelectual.Alejandro Magno dedicó los primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo para rebelarse.
E
nseguida (en el 334) lanzó a su ejército contra el poderoso Imperio Persa, continuando así la empresa que su padre había iniciado poco antes de morir.Con un ejército pequeño (unos 30.000 infantes y 5.000 jinetes), Alejandro Magno se impuso sobre sus enemigos demostrando una excelente organización y estrategia militar.
Una vez conquistada la capital de los persas, Alejandro licenció a las tropas griegas que le habían acompañado durante la campaña y se hizo proclamar emperador ocupando el puesto de los Aqueménidas.Lanzó nuevas campañas de conquista hacia el este. Dueño del Asia central y del actual Afganistán, se lanzó a conquistar la India (327-325).Aunque incorporó la parte occidental de la India,hubo de renunciar a continuar avanzando hacia el este por el amotinamiento de sus tropas, agotadas por tan larga sucesión de conquistas y batallas.


La temprana muerte de Alejandro a los 33 años, víctima del paludismo, le impidió consolidar el imperio que había creado y relanzar sus conquistas. El imperio no sobrevivió a la muerte de su creador.
Se desencadenaron luchas sucesorias en las que murieron las esposas e hijos de Alejandro, hasta que el imperio quedó repartido entre sus generales.Los Estados resultantes fueron los llamados reinos helenísticos, que mantuvieron durante los siglos siguientes el ideal de Alejandro de trasladar la cultura griega a Oriente.