Las sirenas (en griego antiguo, Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, relacionado quizá con el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran genios marinos híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como hermosas mujeres con cola de pez en lugar de piernas. Es por ello que muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez (inglés mermaid, alemán meerjungfrau).
La estatua de La Sirenita se encuentra sobre una piedra en el Muelle de Copenhague en Langelinie. Y aunque es muy pequeña y no muy impresionante se ha convertido en todo un símbolo de Dinamarca y de su capital y es uno de los lugares turísticos más concurridos y populares.
Esta estatua fue mandada a hacer en el año de 1909 por Carl Jacobsen, hijo del fundador de la cervecería Carlsberg, quien quedó realmente fascinado por la obra de teatro de La Sirenita que se presentaba en el Teatro Real de Copenhague, por lo que le pidió a la bailarina principal que posara para la obra.